Vivimos constantemente acelerados, preocupados por hacer y hacer, llevándonos a pasar gran parte de nuestro tiempo en piloto automático, identificándonos con nuestra mente y tomando ella el control de nuestra vida, además, nos aleja de lo que realmente deseamos y de nuestra verdadera esencia.

 

El piloto automático no es totalmente malo, ya que nos facilita algunas actividades y nos permite ahorrar energía, lo que sí es importante es que no nos identifiquemos con él para no vivir en modo inconsciente.

 

Tenemos que buscar momentos de quietud, de calmar nuestra mente y cuerpo, de esta manera seremos más conscientes de nuestras experiencias y viviremos más en el presente. Como estamos tan acostumbrados al Hacer es muy probable que nuestra mente empiece a recordarnos de todas las cosas pendientes que tenemos. Reflexiona, te ha pasado que cuando te sientas un momento a descansar empiezas a recordar que tienes que ordenar tal cosa, o que tienes que ir al supermercado, o lavar, o planchar… y rápidamente te paras y comienzas nuevamente a hacer. Cuando sucede esto significa que tu mente ha tomado el control.

 

Esta quietud tenemos que entrenarla y para ello es necesario volcarnos al Ser, a nuestro interior y ver qué cosas son realmente importantes. Una de esas prioridades somos nosotros mismos, darnos un tiempo para conectar con nuestro ser interior, con lo que estamos sintiendo, con las emociones que estamos experimentando en ese momento, con nuestro diálogo interno y con los pensamientos, observarlos con atención plena y reconocerlos con apertura, amabilidad y aceptación, porque es como nos estamos encontrando en ese instante, de esa manera se nos hará más fácil soltarlo.

 

Tenemos que aprender a tener espacios de quietud, a priorizar y a decir NO, sobretodo con nosotros mismos, que muchas veces damos por imprescindibles cosas que realmente no lo son, quitándonos tiempo para encontrarnos con nuestro Ser.

 

Poco a poco al experimentar estos encuentros de quietud con nuestro Ser empezaremos a vivir una vida más tranquila, con mayor equilibrio, seremos más conscientes y nos sentiremos más felices.


Artículos Relacionados